Prueba de Compatibilidad
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Tipificación de grupo: En el caso de la especie felina sobretodo y en los perros a partir de la segunda transfusión, es importante conocer el grupo sanguíneo tanto del donante como del receptor. Actualmente podemos encontrar en el mercado varios kits comerciales que permiten determinar si un perro es positivo o negativo al antígeno DEA-1.1, así como saber el grupo sanguíneo de un gato. En perros, debe saberse antes de una transfusión si el donante y el receptor son positivos o negativos al grupo DEA-1.1. En gatos debe determinarse el grupo sanguíneo siempre antes de una transfusión para evitar reacciones adversas y, en las hembras gestantes, para prevenir la isoeritrolisis neonatal.
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Pruebas de compatibilidad cruzadas o crossmatching: Estas pruebas no están encaminadas a detectar que tipo de antígeno hay en la membrana eritrocitaria, sino que evidencian la compatibilidad serológica entre donador y receptor, demostrando la presencia en el suero de aloanticuerpos naturales o inducidos. Estos aloanticuerpos podrían provocar reacciones de hemoaglutinación o hemólisis frente otros grupos sanguíneos conocidos u otros antígenos eritrocitarios. El grado de aglutinación se expresa de 1+ a 4+.
Las pruebas de compatibilidad mayor valoran la presencia de aloanticuerpos en el plasma del receptor contra las células del donador. Esta prueba es muy útil porque nos ayudará a predecir si las células transfundidas del donador serán atacadas por anticuerpos en el plasma del receptor, provocando una reacción transfusional. Si se produce hemólisis y/o aglutinación en las pruebas mayores no se podrá realizar la transfusión, ya que el receptor tiene aloanticuerpos contra los eritrocitos del donante. Las pruebas de compatibilidad menor, en cambio, demuestran la existencia de aloanticuerpos en el plasma del donador contra los eritrocitos del receptor. Si esta prueba resultara incompatible, no sería tan importante porque la cantidad de suero del donante es pequeña, en especial si usamos concentrados de glóbulos rojos y además se diluye en el suero del paciente. De todas maneras, si realizamos la transfusión el paciente tendrá que ser vigilado estrechamente.
En perros es posible omitir la realización de estas pruebas antes de la primera transfusión debido a la ausencia de aloanticuerpos naturales. Sin embargo es obligatorio en futuras transfusiones, pese a ser del mismo donante o grupo sanguíneo.
En la especie felina las pruebas de compatibilidad cruzada son necesarias antes de la primera transfusión dada la presencia de aloanticuerpos naturales. Es más, sólo con estas pruebas podemos predecir el grupo sanguíneo de donante y receptor. Si las pruebas de compatibilidad mayor son fuertemente incompatibles, es probable que el gato receptor sea de tipo B y el donante A (o AB). Si la compatibilidad menor es fuertemente incompatible, es probable que el gato donante sea B y el receptor A (o AB). Además, en el caso de especie felina y debido a la presencia de las potentes aglutininas anti-A, es posible reconocer la incompatibilidad sanguínea entre dos pacientes con una prueba de compatibilidad cruzada simplificada, poniendo una gota de sangre del donador y del receptor en un porta a temperatura ambiente. Si aparece hemoaglutinación en menos de un minuto, demuestra dos animales de grupo diferente.
En el mercado ya existen Kits comerciales para realizar estas pruebas de compatibilidad cruzada.
Instrucciones para la realización de un crossmatching mayor:
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Centrifugar la sangre del donante en EDTA durante 10 minutos a velocidad lenta, a fin de evitar que la muestra se hemolice.
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Pipetear 0,2ml del sedimento hemático y mezclarlo bien con 4,8ml de NaCl 0,9%.
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Pipetear 0,1ml de la muestra resultante en 3 tubos diferentes.
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Añadir en cada tubo 0,1 ml de suero o plasma del receptor.
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Dejar incubar durante 15 minutos un tubo a temperatura ambiente, otro a 37ºC y el último a 4 ºC.
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Centrifugar todos los tubos 1 minuto a velocidad alta.
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Observar si existe hemolisis en el sobrenadante. Si existiera, la prueba sería positiva y los animales incompatibles.
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Examinar una gota del sedimento hemático al microscopio, si vemos microaglutinación, existe incompatibilidad cruzada.
Los pasos para hacer un crossmatching menor son idénticos a los del mayor, con la diferencia de que debemos mezclar plasma o suero del donante con hematíes del receptor.
Selección del paciente y extracción.
El animal donante ideal, tiene que cumplir las siguientes condiciones:
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Que sea un adulto joven, bien vacunado y desparasitado.
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Que nunca haya recibido una transfusión.
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Con un peso superior a 20-25kg en perros y 4kg en gatos.
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Que sean perros negativos a Leishmania, Erlichia, Filaria, Babesia y Anaplasma o gatos negativos a FeLV, FIV, PIF, Toxoplasma y Filaria.
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Que los valores del hemograma y las bioquímicas sanguíneas sean normales.
En perros, generalmente no es necesario sedarlos para realizar la extracción. La mejor vena para realizar la extracción es la vena yugular. La sangre es recolectada en bolsas de recogida de sangre de medicina humana, que contienen 63ml de CPD-A (citrato-fosfato-dextrosa-adenina), con capacidad de almacenar 450ml de sangre. Durante toda la extracción la bolsa deberá agitarse para su correcta homogenización y la mantendremos por debajo del paciente para que la sangre descienda por gravedad. Esta sangre se puede pasar por unos filtros para extraer los leucocitos y reducir las reacciones febriles.
En el caso de los gatos, no existen bolsas de recolección comercializadas en nuestro país adaptadas a pequeñas cantidades de sangre. Por ello normalmente se extrae sangre en jeringuillas de 20 ml, también de la vena yugular, mediante una palomilla. A estas jeringuillas añadiremos, como anticoagulante, heparina sódica (a razón de 5-10 UI por ml de sangre), CPDA o citrato 3,8% (1ml de anticoagulante por 9ml de sangre).
En la especie canina se pueden realizar extracciones cada mes (20ml/kg), en gatos sólo 10ml/kg mensualmente.